Ésta es la fórmula en la que resume Obama su política en el informe anual a la nación, poniéndo el énfasis en la educación. Y sobre la educación dice tres cosas que me parecen importantísimas y muy bien expresadas: "Los maestros deben obtener y merecer respeto", "no hay excusa para un mal profesor" y "el buen magisterio es una necesidad nacional".
Creo que todo el mundo coincide en la importancia de la educación, pero creo que se trata de una de esas frases hechas de las que no se tiene consciencia de toda su trascendencia. En la educación está la base, no sólo de la convivencia (que no es poco) sino del funcionamiento de todos y cada uno de los sectores del país; con la educación se decide qué tipo de persona va a ser en el futuro el niño de hoy y cómo va a ejercer su profesión. En fin, todo.
¿Cómo es posible, entonces, que la carrera de Magisterio sea, en España, la que requiere una nota de entrada más baja? Eso la convierte en el objetivo de quienes, teniendo cualquier otra vocación, se hacen maestros sólo porque no han conseguido la nota suficiente o, sencillamente, son malos estudiantes. Sin vocación entran y sin vocación salen a un trabajo extremadamente complicado, que requiere talento, conocimientos, un reciclaje continuo y, desde luego, lo primero que les falta: ganas.
Últimamente, los maestros se quejan constantemente de los padres de sus alumnos, y con razón, pero ¿nos parece admisible que un periodista mienta para complacer a los lectores, que un médico recete la medicina menos adecuada sólo porque es la que le pide su paciente, que un abogado aconseje mal a su cliente para no quitarle la razón, que un arquitecto firme un mal proyecto para no desairar al constructor? Si no justificamos que un político tome decisiones que sabe desacertadas sólo para no perder votos, ¿por qué justificar que los profesores se laven las manos para no enfrentarse a los padres? No todo lo que es comprensible es justificable.
¿Cuándo va el Gobierno a tomarse en serio la carrera de Magisterio, a exigir a los maestros el máximo nivel, no sólo en la carrera sino luego, en el ejercicio de su profesión, obligándoles a una formación permanente y, por supuesto, recompensándoles con un buen sueldo y un apoyo constante?
Eso respecto a los maestros, porque respecto a la Universidad... ¡eso son palabras mayores y creo que lo primero que se debería hacer es, de plano, suprimir la mitad de las universidades, que obviamente sobran (hay un 13% de facultades casi con más profesores que alumnos), y anular la autonomía universitaria que no ha dado lugar más que a la creación de un montón de pequeños universos endogámicos, opacos y cerrados.
http://www.elpais.com/articulo/opinion/mensaje/Obama/elpepiopi/20110213elpepiopi_5/Tes